En la nueva región de Los Ríos“Central Hidroeléctrica San Pedro”: La presa de la discordia
Es ya sabido por la comunidad que en la zona se tiene la idea de construir por lo menos 5 centrales hidroeléctricas (de distintas empresas), cuestión que muchos ven con desconfianza, considerando todo lo que el caso Celco significó en su momento y que muchos aún no pueden asimilar.Colbún S.A. -perteneciente al grupo Matte- pretende construir una central hidroeléctrica de pasada en el río San Pedro, el cual se ubica en las cercanías de Panguipulli y Los Lagos, comunas que integran la recientemente inaugurada región de Los Ríos. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) está desde el 11 de abril en manos de la Corema (Comisión Regional de Medio Ambiente) de la décima región de Los Lagos, entidad encargada de evaluar dicho documento. Éste fue elaborado por el Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile, perteneciente a la Universidad de Concepción. La fecha para poder hacer llegar observaciones a la COREMA de parte de la comunidad local respecto de este proyecto, vence el día viernes 29 de junio.
Desde el segundo trimestre del año 2005, funcionarios de Colbún han estado trabajando en la zona para poder llevar a cabo su proyecto estrella en la décimocuarta región. Lo raro y anecdótico de la situación es que la comunidad se enteró de la posibilidad que maneja la mencionada empresa de construir una central hidroeléctrica en el río San Pedro sólo este año. Cuestión que, paradójicamente, se contrapone al interés manifiesto que han expresado en distintas ocasiones funcionarios de Colbún, que ellos llaman “participación ciudadana”, lo cual llevaría de forma consustancial el concepto de transparencia, obviamente puesto en entredicho en este caso.
Esta situación ha suscitado un debate que no tiene parangón en nuestra historia local contemporánea. A tal punto llega el rechazo que los alcaldes de las comunas de Los Lagos y Panguipulli, Simón Mansilla y Alejandro Kohler respectivamente, han hecho explicita su preocupación por la posible concreción de este proyecto. Algunos parlamentarios también han levantado la voz para evitar que se materialice tal proyecto, como por ejemplo el Diputado por el distrito 53 Alfonso De Urresti (PS).
Y es que el caso Celco fue tan desastroso para el medio ambiente de la zona, que la comunidad se está informando. Paralelo y en directa relación a lo antes mencionado, la sociedad local ha manifestando su postura -que no es otra que el rechazo- frente al tema, haciendo marchas o frustrando las reuniones que Colbún ha convocado para informar a la comunidad acerca de sus intereses.
Datos técnicos
Según el estudio entregado a la Corema, del cual se hizo un resumen “ejecutivo”, documento que circula actualmente en la comunidad, Colbún pretende construir la “Central Hidroeléctrica San Pedro”, calificada “de pasada” o dicho de otro modo, sin la necesidad de hacer una represa (éstas, se supone, tienen un impacto menor que las centrales represadas). Esta situación es puesta en duda por académicos de la Universidad Austral de Chile, como Teodoro Kaussel, integrante del CEAM (Centro de Estudios Ambientales) de la mencionada casa de estudios. Según lo manifestado por Kaussel en un foro llevado a cabo en Los Lagos relacionado con el tema la presa “es de embalse”, no de pasada.
Para materializar parte del proyecto, Colbún debe construir una presa, la cual sería hecha de hormigón rodillado. Ésta estructura mediría 56 metros de altura y acumularía 30 millones de metros cúbicos de agua. Tal necesidad, como manifiesta la empresa en el antes mencionado documento, se basa en el desarrollo que ha tenido el país en el último tiempo. Esto implica necesariamente buscar nuevas formas de poder entregar energía al Sistema Interconectado Central (SIC), el cual comprende y proporciona electricidad desde la 2ª región de Antofagasta hasta la 10ª de Los Lagos. Dicho en otras palabras, la energía generada será distribuida en el país y no en la zona. La capacidad energética de esta central sería de 155 mega-watts (MW) de potencia. En porcentaje, ésta aportará el 2% de la electricidad que distribuye el SIC, o sea, un número ínfimo de energía.
Es necesario mencionar que el proyecto se ubicaría en las comunas de Los Lagos y Panguipulli, específicamente en el valle del río San Pedro, a unos 14 kilómetros aguas abajo del desagüe del lago Riñihue. El monto que costará el proyecto, en la eventualidad que se apruebe, asciende a los 180 millones de dólares. La mano de obra necesaria en la etapa de construcción se estima en 500-900 personas y en la fase de operación esa cifra desciende a 25. Eso significa que Colbún entregara un empleo permanente por cada 7 millones de dólares de inversión.
La construcción de esta obra demoraría un período cercano a los 3 años y la vida útil de la central varía entre los 50 y 100 años. Esto depende de la capacidad que la empresa posea de modernización y mantención de la estructura. Si todo sale planeado como Colbún tiene presupuestado, la “Central Hidroeléctrica San Pedro” comenzaría a ser construida a fines del presente año y su funcionamiento -considerando la fecha anterior- se concretaría finalmente en el año 2011.
El río en cuestión: Daños y riesgos
El San Pedro es uno de los ríos que posee las más limpias y cristalinas aguas de la zona. Lo cierto es que a pesar de ello, éste no parece ser un argumento de peso para detener un proyecto que, necesariamente, recuerda a lo que HidroAysén -grupo estratégico integrado por Endesa y Colbún S.A.- pretende hacer con los ríos Pascua y Baker en la 11ª región. Además de lo mencionado, éste sistema fluvial conserva una gran diversidad de peces: 15 especies de las cuales 13 son nativas y 2 introducidas. El río del cual se habla tiene además como características principales el poseer una gran diversidad de estructura fluvial, muchos hábitats, vegetación, etc.
Obviamente la concreción del proyecto pondría en peligro la existencia de estas características. Relacionado con lo antes mencionado, el Veterinario y Director del Instituto de Zoología de la UACh Roberto Schlatter, manifestó en un coloquio denominado “Proyecto Eléctrico Represa San Pedro”, llevado a cabo en la mencionada casa de estudios, que el EIA “adolece de información respecto de los impactos de la flora y la fauna”. O sea, no hay suficientes datos relacionados con los posibles daños que la central podría ocasionar.
Steffan Woelfl, académico del Instituto de Zoología, Facultad de Ciencia de la UACh, explica que “el impacto más grande es sobre los peces”. Afirma que estudió el EIA e hizo una evaluación de éste y concluyó que el impacto “depende de las especies” de las cuales se hable, “de las que emigran y de las que no emigran”, por lo tanto esto es variable. “Hice una evaluación del Estudio de Impacto Ambiental”, dice. El río es un sistema fluvial “muy nativo, con muchas especies endémicas” (propias y exclusivas del lugar), concluye.
Woelfl estima que “no se puede construir una represa en ese lugar tal cual está diseñada” porque “la calidad del agua es demasiada buena como para llevar a cabo este proyecto”. “La decisión debe ser de la sociedad” y no de otra entidad, en este caso de Colbún, explica Woelfl. Lo cierto es que según estimaciones hechas por Vladimir Riesco Bahamondes, profesor de Derecho Ambiental de la UACh, “habría pérdida del 35% de especies en el río”. Esta información Riesco la entregó en el antes mencionado coloquio.
Kaussel, en la exposición presentada en el foro llevado a cabo en Los Lagos, critica el hecho de que Colbún considere la zona en la que se busca construir la central como de “valor social bajo”. Colbún afirma esto argumentando que la accesibilidad es complicada. Para Kaussel este no es un argumento válido para dar tal calificación al lugar porque “nada asegura que en el futuro el acceso sea más fácil”. Por otro lado, el investigador critica el hecho de que no se haya integrado un geólogo en el EIA, esto en directa relación con los riesgos sísmicos.
Según palabras de Woelfl, éste tema pasa “por una falta de desarrollo” a nivel energético. Para él se hace necesario buscar instancias para conversar el tema. El país y la sociedad tienen que “discutir una estrategia energética y decidir prioridades”. Para poder dar sustento a su afirmación comenta que “en Aysén se están presentando proyectos y aún no saben como van a transportar esa energía” desde ahí al norte del país. Situación algo anecdótica y que sirve para graficar una vez más que en nuestro país algunas decisiones son tomadas de forma muy arbitraria y sin mucho razonamiento.
Movimientos ciudadanosLa ciudadanía se ha estado movilizando debido a la preocupación que provoca saber la envergadura y los impactos que, eventualmente, tendrá dicho proyecto. Entre las organizaciones movilizadas se encuentran “Los Jóvenes Tehuelches” (estudiantes universitarios pertenecientes a la región de Aisén, en Valdivia), el “Frente Ambientalista de Panguipulli”, el “Parlamento de Koz-Koz”, “Acción por los Cisnes”, “Coordinadora por la defensa de los ríos”, entre otras. Su objetivo es cambiar el destino del río San Pedro y las formas de lucha son diversas.
Por poner un ejemplo, “Los Jóvenes Tehuelches” reunieron firmas para poder lograr que el EIA sea analizado por la Corema de la región de Los Ríos, entidad que se implementará en cerca de 3 meses más, y no por la Corema de la región de Los Lagos, que es como ocurre en este momento. Manuel Ruiz, director de la filial Valdivia de la mencionada agrupación explica que se envió una carta a Puerto Montt manifestando la necesidad “de una real participación ciudadana”. Otros puntos explicitados en el documento es que “el EIA está incompleto en las medidas de mitigación” y pedir “el retiro del Sistema de Evaluación hasta que asuma la nueva Corema de la región de Los Ríos”. Estos documentos ya fueron entregados a la Intendencia de la región de Los Lagos.
Por su parte, Juan Moreira, integrante de la “Coordinadora por la Defensa de los Ríos”, desconfía de lo que ha manifestado Colbún respecto de considerar la opinión de la comunidad. “Eso es una mentira porque a Colbún no le interesa lo que la comunidad piense. Ellos están empecinados en generar la mayor cantidad de capital”, dice. A pesar de ello, confía en que las movilizaciones pueden ser importantes para poder lograr el objetivo. “La posición ciudadana va a marcar un precedente en este movimiento” ya que “hay harto apego desde la comunidad de Los Lagos, Panguipulli y Valdivia sobre los recursos naturales, porque la región de Los Ríos se caracteriza por tener un sello verde”, argumenta.
Moreira critica el EIA ya que, según plantea, “el proyecto está mal formulado” porque “éste adolece de competencias científicas y técnicas”. A partir de la crítica que Moreira hace al estudio -que es relativamente generalizada- , sería interesante preguntarse si, ¿en la eventualidad que éste se modifique y cumpla con ciertas exigencias mínimas, de forma que el impacto no sea tan grave, éste sería aprobado por la ciudadanía? Respecto de lo anterior Moreira es directo y dice que “el rechazo es total”.
El médico Pedro Cardyn, integrante del “Frente Ambiental de Panguipulli” (FAP), manifiesta abiertamente su rechazo al proyecto. Esto parte por “las necesidades de los grupos económicos de generar más dinero” y “es una carrera por destruir lo último que va quedando de vida en el planeta”, afirma. Considera que el Estado no entrega una real participación ciudadana. Por ello, “la gente ha usado otras formas de participación”. En este punto Cardyn se refiere a los ciudadanos que han frustrado las exposiciones del proyecto que Colbún ha hecho en Los lagos, Panguipulli y Valdivia.
Cardyn maneja algunos datos interesantes y comenta que en Chile “tenemos un 37% de eficiencia energética, derrochamos un 63%”. Con esto busca explicar que en nuestro país, si de verdad existe una crisis energética, no es por falta de ésta, sino por el mal uso que se le da a la que poseemos. Esto hecha por tierra el argumento de una crisis. Por otro lado, los sectores que más energía usan en el país son minería e industria, que entre ambos consumen el 61% de la energía que existe en nuestro país.
Para Cardyn hay una falta de participación e información en la ciudadanía. Para ello comenta una situación que se dio en Ralco hace unos años atrás. Respecto de la información, “una de las estrategias es adquirir, comprar o negociar medios de comunicación locales. En Ralco (Endesa) compró la radio Santa Bárbara y una de Los Ángeles” para poder hacer uso de ésta como se quisiera.
Cardyn dice que la comuna tiene otra visión de futuro, muy distinta a la de las empresas que buscan instalar sus represas en la zona. “Tenemos una apuesta que es propia, que es local: agricultura sustentable, biodiversidad, bosque nativo, aguas puras del sur del mundo, sitios históricos, acá hay más de 40 cementerios indígenas”, explica. Por otro lado, me habla de un documento, una “Declaración de Alerta Ambiental” que se ha concebido desde Panguipulli.
Éste, básicamente, rechaza a Colbún S.A., Endesa y SN Power. Estás dos últimas también tienen proyectado construir centrales en la zona. Plantea que Panguipulli sea declarado en estado de “Alerta Ambiental” por las organizaciones sociales y por el Concejo municipal. Como punto medular, plantea que haya un proceso tendiente a declarar a “Panguipulli Santuario de la Vida, de las Culturas, del Bosque Nativo, Reserva de Agua del Sur del Mundo, Territorio Sagrado, primera comuna en el mundo en Defensa del Planeta contra el Calentamiento Global, Comuna Libre de Megaproyectos”.
Comunidades MapuchesEs imposible no recordar lo que ocurrió hace algunos años atrás en la 8ª región del Bío-Bío con el caso de Ralco y todo lo que aquel conflicto significó. El actuar capcioso de Endesa fue un factor determinante. Gran parte de las comunidades pehuenches que habitaban el Alto Bío-Bío fueron engañadas para que la mencionada empresa pudiera llevar a cabo la construcción de la “Central Hidroeléctrica Ralco”, inaugurada en forma oficial el 27 de septiembre del 2004. Por aquel entonces, el otrora Intendente de la región Martín Zilic -Ministro de Educación por algún periodo en la actual era Bachelett- espetaba en la prensa sin mayor delicadeza, que la construcción de la represa no se podía parar por 7 pehuenches. Además de las lamentables palabras de este señor, las promesas que la empresa hispana había hecho con las comunidades no fueron cumplidas.
Esto no es menor considerando que en nuestra historia hay un grupo humano que se ha visto afectado históricamente por la toma arbitraria de decisiones de parte de un Estado que no los reconoce o de grupos económicos que no entiende ni respeta su cultura: los pueblos originarios. Por ello es que las comunidades cercanas a las comunas de Los Lagos y Panguipulli rechazan la concreción de este pernicioso proyecto y de cualquiera que diga relación con represas o intervención de otro tipo. La experiencia dice bastante de cómo han actuado anteriormente las entidades gubernamentales y privadas como para no predecir lo que ocurrirá.
La comuna de Panguipulli es una zona en la que casi la mitad de habitantes es de origen mapuche. Beatriz Chocori Huenullanca, integrante del Parlamento de Koz-Koz explica que las comunidades mapuches rechazan la concreción de este tipo de proyectos. Se acordó en su momento que “el Parlamento de Koz-Koz iba a ser un ente que cautelara y frenara la instalación de megaproyectos de cualquier índole dentro del territorio mapuche, en este caso en Panguipulli”, explica. Chocori reconoce que a pesar que la mayoría está de acuerdo con el rechazo “hay algunas personas con buenas intenciones o mala información” que “están haciendo eco de un discurso que la misma empresa hace” acerca de la posibilidad existente, que gracias a la concreción del proyecto habría más trabajo y desarrollo. Insiste en que este grupo de personas “son minoría”.
El Parlamento de Koz-Koz, según explica Chocori es una “instancia de coordinación de las comunidades”, siempre respetando las distintas organizaciones que ya hay. Respecto del trabajo con otro tipo de movimientos sociales no mapuches, Chocori comenta que se está en contacto con muchas otras organizaciones. “Se está trabajando con el FAP y con algunos colectivos urbanos de Santiago”. En el fondo, “si hay vínculo con otras organizaciones” no mapuches, comenta.
Si se consideraran todos los proyectos que se desean hacer en la zona, relacionados con las represas, y lo llevamos a números de grupos humanos indígenas afectados, Chocori afirma que la cantidad de comunidades afectadas sería cercana a las 120. Cada comunidad “tiene 50 familias y otras más grandes tienen 80 o 90 familias”. La cantidad de personas de origen indígena que se vería afectada es bastante alto como se puede concluir. En todo caso, independiente de la cantidad de personas perjudicadas, basta con que una se sienta pasada a llevar para rechazar la concreción de estas centrales.
Sector turístico
Otros preocupados y desconfiados respecto del proyecto en cuestión son los empresarios turísticos de la zona. La construcción de la central hidroeléctrica pone en riesgo su fuente laboral. Y es que la importancia de estos sistemas fluviales no solo radica en el ecosistema que se pone en riesgo, sino que además entrega trabajo a una gran cantidad de personas. Dicho de otro modo, son sistemas importantísimos de desarrollo para las comunidades que habitan las cercanías del río. Por ello, las diversas empresas que trabajan en el río se han unido para rechazar todo proyecto que ponga en riesgo su fuente laboral.
Pueblitoexpediciones es una de las empresas afectadas. Para entregar información y rechazar el proyecto han puesto información en la red. En la página (
www.ríosanpedro.cl) se puede encontrar información relacionada con el conflicto. Además existe una declaración de principios que argumenta de algún modo el por qué del rechazo. Y los argumentos son de bastante peso.
Éste escrito explica, por ejemplo, que la hidroeléctrica “no genera ningún impacto positivo para la región de los ríos, ya que solo trae 25 empleos y nosotros como operadores que actualmente trabajamos en el río generamos 90 empleos”. En otra parte del documento se puede leer “el agua dulce y limpia es un bien cada día mas escaso y debemos cuidarlo”, lo cual pone de manifiesto que el interés de estas personas por el río no solo dice relación con la obtención de dinero. Firman el documento el ya mencionado Pueblitoexpediciones, La Vaguada, Turismo Rucapillán, Río Bravo Turismo y aventura y el Comité ciudadano de defensa de nuestros ríos
Últimos acontecimientos
Colbún decidió finalmente retirar su EIA del sistema el pasado 13 de junio para poder hacer algunas mejoras a éste. Y es que las entidades gubernamentales rechazaron de forma enérgica el documento, puesto que adolece de información relevante para poder hacer un diagnóstico confiable de sus eventuales daños. A pesar de ello, la empresa ha anunciado que entregará un nuevo EIA con estudios complementarios, intentando corregir las falencias que el primero presenta. Esto es interpretado como un reconocimiento a la falta de seriedad de la empresa para hacer un estudio de estas características.
El Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) fue una de las entidades que manifestó su rechazo al proyecto debido a que el estudio entregado es poco riguroso. La Dirección General de Aguas (DGA) también rechaza el proyecto tal cual está concebido. Según se sabe, ésta habría hecho sobre 100 observaciones al Estudio de Impacto Ambiental entregado por Colbún. El Servicio de Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) tiene una respuesta que no se aleja mucho de lo manifestado por las dos entidades anteriormente mencionadas. Hacen falta estudios de tipo geológicos que abarquen los riesgos sísmicos que existen en la zona en cuestión. Seguramente, Colbún presentará un nuevo EIA en las primeras semanas de julio.