Thursday, July 12, 2007 

Ensayo

Monte Verde y Clovis

El descubrimiento del Sitio Monte Verde y los hallazgos hechos hace cerca de 30 años ahí, es un acontecimiento de vital relevancia para tratar de entender cómo y cuándo llegaron los primeros habitantes humanos a estas gélidas y australes tierras. Monte Verde, además de plantear una posibilidad o hipótesis de cómo se asentaron los primeros habitantes humanos del “nuevo mundo”, pone en entredicho y hecha por tierra una teoría que, hasta antes del descubrimiento de Monte Verde, era bien aceptada y popular en la comunidad científica.

Lo cierto es que hablar de Monte Verde necesariamente implica referirse a la vieja y ya anacrónica teoría Clovis, desarrollada cerca de los años 30 del siglo pasado en el país del norte (Estados Unidos). Ésta plantea, a grandes rasgos, que los primeros hombres que habitaron América habrían llegado hace cerca de 11.500 años -período cercano al comienzo de la última etapa del Pleistoceno, conocida como Holoceno- antes del presente y que, además de eso, éstos habrían habitado un espacio geográfico llamado Nuevo México, en Estados Unidos. Esto implicaría que todo asentamiento humano en otra parte del territorio que comprende el continente americano habría sido ocupado de forma posterior y, además, todo grupo humano presente en algún momento determinado de la historia, provino del ya mencionado Nuevo México.

Monte Verde plantea algo distinto y no fue fácil convencer al mundo científico de la veracidad de los datos que entrega el ya conocido hallazgo. Es cierto que el hallazgo es inusual y de características muy poco comunes, lo cual entrega una cuota de incredulidad a los científicos más conservadores, sentimiento que se traspasa de forma casi automática a los “no científicos”, gracias a la autoridad de los primeros. Los Monteverdinos habrían habitado un lugar cercano a Puerto Montt hace cerca de 12.500 años. Entonces la pregunta correspondiente es: si el hombre americano proviene de Siberia y luego se trasladó por el estrecho de Bering para llegar hasta lo que se conoce actualmente como Alaska para, más tarde, asentarse en Nuevo México, como argumenta el modelo Clovis ¿cómo es posible que seres humanos hayan vivido cerca de 1.000 años antes de lo que Clovis plantea, en un lugar considerablemente lejano y al extremo del supuesto primer asentamiento americano? Lo cierto es que para llegar desde el norte de América hasta nuestras australes tierras, un humano de aquellas lejanas épocas -considerando todas las limitaciones existentes en aquellos remotos tiempos para trasladarse de un lugar a otro- se habría demorado varios cientos de años.

¿Por qué tanta preocupación y desconfianza con los Monteverdinos? Simple: tal idea es un suceso sin parangón en la historia reciente de la antropología y la arqueología e implica necesariamente un cambio en la forma de pensar, estudiar y conocer los orígenes de los primeros habitantes de estas tierras. En palabras simples, implica un cambio de paradigma.

Nuestro modelo de mundo creía en que Clovis tenía la razón y la autoridad para decir que los primeros americanos del continente habitaron hace 11.500 años atrás un lugar de Estados Unidos. Eso ya no existe. Tal idea está totalmente refutada por los hallazgos hechos en Monte Verde. En este lugar hay evidencias de asentamientos humanos que datan de 12.500 años y se cree que en una capa más baja de sedimento se podrían encontrar artefactos que datan de 33.000 años antes del presente. Por tanto, no cabe duda alguna de la veracidad de lo estudiado, recolectado y escrito en relación al sitio.

Quizás la reticencia de algunos destacados científicos y arqueólogos en su momento para aceptar las ideas que Monte Verde presenta, pasa más por un temor a perder una hipótesis que, hasta cierto punto, era satisfactoria : el paradigma Clovis. Dicho de otro modo, esto plantea que los argumentos usados -que la gente que trabaja en Monte Verde no es aún reconocida, que el sitio es “raro”, que la capacidad de los investigadores es cuestionable, etc.- hablan de un apego de tipo emocional más que racional. O sea, en términos científicos -que es como debiera ser- no hubo argumentos del todo válidos. Llegó a tal punto la reacción de estos connotados defensores de Clovis, que algunos viajaron hasta nuestro país para revisar las evidencias con sus propios ojos -algo inusual y casi vergonzoso en la comunidad científica, pues esto implica que los investigadores relacionados a los descubrimientos son unos mentirosos y estafadores- debido a que no confiaban en las capacidades y estudios de los académicos involucrados en los hallazgos, entre ellos Tom Dillehay y Mario Pino. Lo cierto es que por fin el mundo científico pro-Clovis se convenció de que Monte Verde eras mucho más de lo que sospechaban: un cambio de paradigma.

Lectura recomendada:
Monte Verde: Un asentamiento humano del pleístoceno tardío en el sur de Chile
Dillehay, Tom D.
2004

 

Entrevista

Jorge Hueque, mapuche e integrante del Parlamento de Koz-Koz

“Todo pueblo tiene derecho a mantener su historia”

Con un frío pocas veces experimentado me recibe Panguipulli, comuna perteneciente a la nueva región de Los Ríos, la mañana del sábado 7 de julio. La cita estaba planeada para las 10 hrs. en la ciudad, ubicada en la pre-cordillera de Los Andes. Recién a las 11 de aquella gélida mañana de invierno logro tener contacto visual con mi entrevistado. La verdad es que nos encontramos “por casualidad” en la calle. Según me comenta, mientras trato de asimilar el inusual hecho, él “intuyó que yo podría ser” el joven estudiante de periodismo que se comunicó para poder hablar un momento sobre los proyectos de hidroeléctricas que se desean hacer en la zona y el conflicto que vive este pueblo ancestral, al cual pertenece.

Hueque, de pelo liso y negro, como la boina que lleva puesta, me explica que debe hacer algo urgente y que en ese preciso instante no podrá atenderme. Finalmente, quedamos en volver a vernos a las 17.00 hrs. para platicar. Las 5 de la tarde ya era pasado y por lo mismo es que debo llamarlo a su celular. “En quince minutos más” estoy allá contesta, cuando ya son cerca de las 18:00 hrs. Finalmente volvemos a vernos las caras, esta vez sí para conversar con mayor soltura. Y es que Hueque, integrante del Parlamento de Koz-Koz, es una voz relevante para responder dudas acerca de que está ocurriendo en la zona en relación a los proyectos hidroeléctricos que se han anunciado.

Cuenta que no le gusta la palabra líder para referirse a él. Prefiere ser conocido como integrante de un “movimiento social”. Me explica que la principal tarea por ahora es defender el territorio. “La territorialidad es todo para nosotros”, espeta mientras bebe una taza café en la Ruka que existe en la ciudad y que sirve como punto de reunión de las comunidades. Mientras observo el interior del lugar me comenta que “desde chico su padre lo andaba trayendo” y que gracias a eso es parte de un movimiento social como el que integra. El Parlamento de Koz-Koz nace como una organización interesada en defender los intereses y derechos de los pueblos mapuches de la zona. En 1907 fue el último encuentro y éste año, cuando se cumplen 100 años desde aquella histórica reunión, el Parlamento de Koz-Koz vuelve a existir como organización. Hueque desea que el “movimiento sea más grande” para poder darle mayor peso. Una de las últimas novedades del Parlamento es que “se ha instalado en el territorio una comisión constituyente”, una “estructura socio-política integrada por Lonkos y otras autoridades mapuches”, explica Hueque.

Las hidroeléctricas

Es ya sabido que existen claras intenciones de construir hidroeléctricas en la región de Los Ríos. Las principales empresas interesadas son las transnacionales Endesa y SN Power, y la nacional, perteneciente al grupo Matte, Colbún S.A. De hecho, la semana pasada, SN Power anunció en la prensa local que tienen proyectado hacer 4 centrales hidroeléctricas de pasada en la zona. Liquiñe (118 MW), Pellaifa (108 MW), Maqueo (320 MW) y Reyehuico (20 MW) serían los lugares en los que la transnacional de capitales noruegos, eventualmente, construiría.

Por otro lado, no se puede olvidar que Colbún, empresa interesada en intervenir el río San Pedro con una central que produciría 155 MW, debió retirar su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Corema (Comisión Regional de Medio Ambiente) de la X región de Los Lagos, porque tenían la intención de mejorarlo. Lo cierto es que el estudio era insuficiente y poco riguroso, según lo manifestado por las entidades públicas, que no dudaron en rechazarlo al primer análisis.

Respecto de Endesa, ésta busca construir en el río Neltume una central que, eventualmente, aportaría 400 MW. Todo esto es visto como una amenaza para los empresarios turísticos de la zona, grupos ambientalistas y comunidades mapuches. Lo cierto es que éstos últimos aún no pueden olvidar lo que Ralco, en la 8ª región, significó en su momento. Todo lo acaecido ahí fue en desmedro de las comunidades pehuenches de la zona. Este es el tema de fondo y Hueque, siempre atento a mis preguntas, responde con claridad y sin eufemismos.

Colbún retiró su EIA (Estudio De Impacto Ambiental) antes que termine el plazo para que la ciudadanía termine de hacer sus observaciones. ¿Qué opinión le merece tal hecho considerando, además, que las entidades públicas les hicieron una gran cantidad de observaciones al estudio por la poca rigurosidad de éste?

Yo creo que es la misma forma de manipular el tratamiento del proyecto con la ciudadanía. Así como se ha hecho de carácter desinformado anteriormente, hoy día se están dando las condiciones para lanzar un proyecto con adecuaciones que la misma ciudadanía ha hecho en relación a la participación. Eso se tomó como un triunfo de parte de las instancias públicas, o en este caso, de algunos diputados que se manifestaron diciendo que gracias a ellos había ocurrido esto.

¿Usted cree que ellos, los diputados, tienen otro interés que no sea rechazar las hidroeléctricas?

En la comisión de Medio Ambiente de la Cámara estuvo presente el diputado Jaramillo. El diputado Jaramillo dijo con todas sus letras, que era demasiado tarde para modificar aquel proyecto y que sea como sea, el proyecto tiene que aprobarse. Sin embargo, cuando Colbún retira su proyecto, éste apela a que es un triunfo de los diputados. Para mí, es un sinvergüenza de primera, en el sentido que plantea una cosa y luego otra.

Se da vuelta la chaqueta…

Claro. Pero eso fue gracias al movimiento ciudadano. Aquí en Panguipulli, cuando se vino a presentar Colbún, no se aceptó. Los echamos a la calle, con toda la gente que se manifestó en contra. No queríamos escucharlos, porque nosotros teníamos el proyecto en las manos y ya lo conocíamos. Sucedió lo mismo en Ñancul, en Los Lagos, en dos oportunidades, en Valdivia, donde estuvo la gente del Parlamento de Koz-Koz. Esta alianza entre el Parlamento de Koz-Koz y la ciudadanía en general, no permitió que planteen su proyecto.

Es un hecho que en nuestro país no se respeta la forma de entender el mundo que tienen los pueblos originarios. ¿Cree que en esta ocasión volverá a suceder, por ejemplo, lo acaecido hace unos años en Ralco, o se optará por el reconocimiento y el respeto a los mapuches?

Lo que veo es que va a demorar la tramitación del proyecto, es probable que demore un poco más. No creo que sea de manera tan brusca, como en Ralco, donde se violentaron los derechos más fundamentales, en este caso con el despojo forzado del pueblo mapuche en la zona pehuenche. Sin embargo, por la forma en que esto está ocurriendo, creo que van a tratar de llegar a la ciudadanía con el fin de sobornar a la gente. Lo segundo tiene una cantidad de elementos que están operando en toda la zona, desde Liquiñe, Río Hueico, Trafún, Choshuenco, Neltume y hacia el sur igual. Están entrando de manera muy sutil para no causar un rechazo social de parte de grupos ecologistas, el pueblo mapuche y de todos quienes están en defensa del ecosistema.

¿Cuántas comunidades mapuches se verían afectadas, en la eventualidad que se materialicen los proyectos que SN Power, Colbún S.A.y Endesa tienen en mente?

Alrededor de 100 comunidades, de manera directa e indirecta. Más allá de las comunidades con personalidad jurídica o comunidades sociales, hay una cantidad de población importante y no tenemos la certeza de cuál es el número de población que hay.

¿Y en familias?

En familias mapuches, hablamos de alrededor de 3.000.

¿Hay comunidades mapuches que discrepen y abiertamente apoyen la construcción de estas centrales hidroeléctricas?

Como te digo, las empresas han usado la idea de sobornar a la gente, pero al mismo tiempo, de crear conflictos internos. Esos conflictos internos son amparados y apoyados por las empresas e incluso por algunas instancias públicas. Por ejemplo, la municipalidad o por programas de gobierno; (el programa) Orígenes de alguna manera. Estos sectores están tratando de vincularse al pueblo mapuche, pero en el fondo crean riñas internas.

En el fondo lo que se logra es que haya una desunión…

Exacto. Eso es lo que están causando las centrales.

¿Qué se espera de parte de la Conama?

No esperamos nada positivo de ellos. Esperamos injusticia, porque las instituciones estatales nunca han sido justas en relación a las reclamaciones de los pueblos mapuches.
Aquí hay elementos tremendamente importantes para nosotros y que nos otorgan una particularidad como pueblo.

Y la Conadi. ¿Cuál es su postura al respecto?

La Conadi hoy está tratando de buscar los antecedentes e incorporarlos dentro del EIA, pero al parecer no tiene mayor peso. La institucionalidad no establece lo que son los conductos propios del pueblo mapuche. Nos reconoce como grupo humano, como mapuches…

La cosmovisión no…

La cosmovisión no está incorporada. La espiritualidad, donde nosotros nos auto-valoramos como personas tiene otros canales…

¿Quiénes han manifestado su apoyo hasta ahora? Me imagino que deben haber algunas organizaciones que estén trabajando en coordinación…

Apoyo a los mapuches, no estoy muy seguro. Lo que se ha creado aquí son varios intereses. Como te planteaba anteriormente, la particularidad que tenemos no es algo material. Ellos están interesados en lo material, en que no se roben los recursos hídricos u otros recursos relacionados, como la biodiversidad de los ríos, los peces, las algas, etc.
Pero al mismo tiempo, hay grupos que están interesados en defender el paisaje de Panguipulli, la cantidad de flora y fauna que existe, porque en este lugar hay una gran cantidad de plantas endógenas (propias del lugar). Por otro lado, el paisaje turístico también está siendo defendido. La idea es que no se mate el río Huilo-Huilo y otros, porque es atractivo a la vista. Esos son como los elementos que están en juego.

En el fondo cada uno vela por sus intereses…

Claro. También la municipalidad planteaba en su tiempo que podría haber progreso, pero la gente exigió tanto que no se construya la central que ahora ellos están en la misma. Hoy día hay planteamientos de los cuales no tenemos certeza de hasta donde pueden durar. Hoy también se plantea la negociación con las empresas, para que se tenga un camino internacional expedito por ejemplo; sólo bienes materiales. También se cuestionan las torres de alta tensión, por los paisajes naturales.

Cree que el Estado entrega formas de participación real en decisiones tan importantes.

Creo que de una u otra manera, hay una cierta apertura gracias a la lucha que ha dado permanentemente el pueblo mapuche. Antes no había ningún reconocimiento, ahora tampoco existe constitucionalmente. Sin embargo, y gracias a programas pequeños, que no tienen mayor trascendencia, hay una cantidad de hermanos mapuches al interior de la Conadi o en otras instituciones, pero no es reconocida como la participación mapuche. Sabemos que el Estado es presidencialista y que todo es designado. Cuando uno habla de participación, es cuando el pueblo en sí busca los mecanismos para incorporar a los pueblos indígenas de manera autónoma. Todo depende de las instituciones públicas, entonces no hay participación activa. Lo mismo pasa en el programa Orígenes, donde los que están en los cargos públicos deciden. No hay mapuches, y si es que hay, son de la confianza de las autoridades, de ese sistema de carácter presidencialista.

¿Confía en lo que SN Power y Colbún han manifestado, de considerar la opinión de la ciudadanía?

No se está respetando lo que planteó la ciudadanía. Si se hace el proyecto, no se respeta. Nosotros planteamos que el proyecto no sea asentado en nuestro territorio. Hay una cantidad de elementos que plantea que hay un déficit energético, lo cual es una mentira. Si fuera así, debiera tratar de producirse energía con otro sistema y que sirva a la población, porque nosotros no ganamos nada. No sabemos que contribución se logra con la construcción de estas centrales.

La ley indígena dice que cualquier proyecto en tierras mapuches debe ser con el consentimiento de éstos últimos. ¿Se ha acercado alguna de las empresas en cuestión a las comunidades que habitan la zona de posible intervención?

La forma de intervención que tienen ellos es entrar a las comunidades sin el consentimiento de la gente. Ellos (las comunidades) no saben de eso, hasta que se encuentra un par de individuos al interior de las comunidades y ellos dicen que son mandados de parte de las empresas. Eso pasó en Liquiñe y en el lago Neltume. Luego ellos buscan la forma de seguir operando ahí por medio del soborno. Si no es así, está la porfía. Si uno se pregunta si hay consentimiento, la respuesta es que no hay. Nosotros tuvimos que arrebatar un proyecto de las manos de Colbún, cuando hacían sus presentaciones, para enterarnos en que consistía el proyecto.

¿Hay lugares sagrados en peligro?

Hay bastantes.

¿Hay cementerios, por ejemplo?

Hay cementerios, ngillantuwe (lugar destinado a la celebración), lugares simbólicos, históricos, que no se pueden pisotear. Hoy día hay una reconstrucción, a través del Parlamento de Koz-Koz y a través de lo que venía creando en su tiempo el Concejo de Lonkos, de nuestra historia local, de nuestra historia más sagrada. Todo pueblo tiene derecho a mantener su historia. No nacimos ayer, por lo tanto tenemos una cantidad de historias milenarias y eso estamos tratando de reconstituir. Esa reconstitución se ve cortada, porque quienes pueden transmitir oralmente eso, van a ser sacados de ahí. Eso por un lado. Por otro lado, es que se borran (las historias) cuando, por ejemplo, se trasladan hermanos de un lugar a otro distinto, y eso implica que se debe comenzar a construir una historia distinta y por lo tanto se borra lo que está en ese lugar. Nosotros tenemos un origen y eso está ahí, en esos lugares. Por eso es que son sagrados, porque nuestro asentamiento original está ahí. Hoy quieren extraer al mapuche de su lugar de asentamiento y eso es considerado delito, porque se vulnera parte de la ley indígena.

En caso que los proyectos sean aprobados ¿qué medidas se tomarán?

Hoy sólo hay una construcción social, una claridad en la defensa de la vida de parte de la gente que va en constante progreso, de una sociedad mucho más justa. Antes se vivía con una cierta tranquilidad. El pueblo mapuche y la sociedad no mapuche sentían que tenían algo de paz, pero cuando se viene a arrebatar un derecho, nos juntamos todos a defender lo que nos pertenece. Hoy nos damos cuenta que hace falta, en realidad por este modelo neoliberal, la reconstrucción de una sociedad mejor, donde no se arrebaten derechos ancestrales, jurídicos, políticos, culturales. Entonces a lo que aspiramos finalmente es eso. Uno de los fines del Parlamento de Koz-Koz también es ése. No sé si para reconocer la Constitución Política chilena o para abolirla o para modificarla y construir otra. Para eso tenemos que tener claro que país queremos, que país deseamos. Si tú me preguntas que vamos a hacer si es que se logra construir, creo que estamos armando el tejido socio-político.

Es la contienda de, como dijo alguien por ahí, entre David y Goliat…

Siempre se ha pasado la aplanadora encima. Finalmente, siento que siempre se ha ganado. Soy un hermano mapuche de esperanza, porque nunca muere la esperanza en la conciencia de uno. Podrán robarnos cosas materiales, pero seguimos estando acá, en los territorios que nos dejaron nuestros antepasados. La dignidad está presente siempre, por lo tanto creemos que, a pesar de la monstruosidad de estas empresas y la cantidad de recursos que se destinan para derribar un pueblo, no lo han hecho. Sin tener recursos ni una gran cantidad de bienes, siempre hemos triunfado. Nuestra lucha, a lo mejor, puede ser muy pausada, pero hoy se ve una convergencia nacional del pueblo mapuche frente a la problemática en general. Se han explorado vías internacionales que son formas de golpear a este sistema. Existen varias redes internacionales donde hemos planteado que aquí tienen apropiarse, hacer de ellos las problemáticas que existen con distintos pueblos. De la misma manera, hemos consensuado con la sociedad civil para que hagan suyo nuestro problemática y nosotros hacer nuestra las problemáticas que ellos plantean.

Lectura recomendada:
Parlamento de Coz Coz: En la araucanía, breve relación del parlamento mapuche de Coz-Coz realizado el 18 de enero de 1907
Díaz Meza, Aurelio
2005

 

Reportaje

En la nueva región de Los Ríos

“Central Hidroeléctrica San Pedro”: La presa de la discordia

Es ya sabido por la comunidad que en la zona se tiene la idea de construir por lo menos 5 centrales hidroeléctricas (de distintas empresas), cuestión que muchos ven con desconfianza, considerando todo lo que el caso Celco significó en su momento y que muchos aún no pueden asimilar.


Colbún S.A. -perteneciente al grupo Matte- pretende construir una central hidroeléctrica de pasada en el río San Pedro, el cual se ubica en las cercanías de Panguipulli y Los Lagos, comunas que integran la recientemente inaugurada región de Los Ríos. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) está desde el 11 de abril en manos de la Corema (Comisión Regional de Medio Ambiente) de la décima región de Los Lagos, entidad encargada de evaluar dicho documento. Éste fue elaborado por el Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile, perteneciente a la Universidad de Concepción. La fecha para poder hacer llegar observaciones a la COREMA de parte de la comunidad local respecto de este proyecto, vence el día viernes 29 de junio.

Desde el segundo trimestre del año 2005, funcionarios de Colbún han estado trabajando en la zona para poder llevar a cabo su proyecto estrella en la décimocuarta región. Lo raro y anecdótico de la situación es que la comunidad se enteró de la posibilidad que maneja la mencionada empresa de construir una central hidroeléctrica en el río San Pedro sólo este año. Cuestión que, paradójicamente, se contrapone al interés manifiesto que han expresado en distintas ocasiones funcionarios de Colbún, que ellos llaman “participación ciudadana”, lo cual llevaría de forma consustancial el concepto de transparencia, obviamente puesto en entredicho en este caso.

Esta situación ha suscitado un debate que no tiene parangón en nuestra historia local contemporánea. A tal punto llega el rechazo que los alcaldes de las comunas de Los Lagos y Panguipulli, Simón Mansilla y Alejandro Kohler respectivamente, han hecho explicita su preocupación por la posible concreción de este proyecto. Algunos parlamentarios también han levantado la voz para evitar que se materialice tal proyecto, como por ejemplo el Diputado por el distrito 53 Alfonso De Urresti (PS).

Y es que el caso Celco fue tan desastroso para el medio ambiente de la zona, que la comunidad se está informando. Paralelo y en directa relación a lo antes mencionado, la sociedad local ha manifestando su postura -que no es otra que el rechazo- frente al tema, haciendo marchas o frustrando las reuniones que Colbún ha convocado para informar a la comunidad acerca de sus intereses.

Datos técnicos

Según el estudio entregado a la Corema, del cual se hizo un resumen “ejecutivo”, documento que circula actualmente en la comunidad, Colbún pretende construir la “Central Hidroeléctrica San Pedro”, calificada “de pasada” o dicho de otro modo, sin la necesidad de hacer una represa (éstas, se supone, tienen un impacto menor que las centrales represadas). Esta situación es puesta en duda por académicos de la Universidad Austral de Chile, como Teodoro Kaussel, integrante del CEAM (Centro de Estudios Ambientales) de la mencionada casa de estudios. Según lo manifestado por Kaussel en un foro llevado a cabo en Los Lagos relacionado con el tema la presa “es de embalse”, no de pasada.

Para materializar parte del proyecto, Colbún debe construir una presa, la cual sería hecha de hormigón rodillado. Ésta estructura mediría 56 metros de altura y acumularía 30 millones de metros cúbicos de agua. Tal necesidad, como manifiesta la empresa en el antes mencionado documento, se basa en el desarrollo que ha tenido el país en el último tiempo. Esto implica necesariamente buscar nuevas formas de poder entregar energía al Sistema Interconectado Central (SIC), el cual comprende y proporciona electricidad desde la 2ª región de Antofagasta hasta la 10ª de Los Lagos. Dicho en otras palabras, la energía generada será distribuida en el país y no en la zona. La capacidad energética de esta central sería de 155 mega-watts (MW) de potencia. En porcentaje, ésta aportará el 2% de la electricidad que distribuye el SIC, o sea, un número ínfimo de energía.

Es necesario mencionar que el proyecto se ubicaría en las comunas de Los Lagos y Panguipulli, específicamente en el valle del río San Pedro, a unos 14 kilómetros aguas abajo del desagüe del lago Riñihue. El monto que costará el proyecto, en la eventualidad que se apruebe, asciende a los 180 millones de dólares. La mano de obra necesaria en la etapa de construcción se estima en 500-900 personas y en la fase de operación esa cifra desciende a 25. Eso significa que Colbún entregara un empleo permanente por cada 7 millones de dólares de inversión.

La construcción de esta obra demoraría un período cercano a los 3 años y la vida útil de la central varía entre los 50 y 100 años. Esto depende de la capacidad que la empresa posea de modernización y mantención de la estructura. Si todo sale planeado como Colbún tiene presupuestado, la “Central Hidroeléctrica San Pedro” comenzaría a ser construida a fines del presente año y su funcionamiento -considerando la fecha anterior- se concretaría finalmente en el año 2011.

El río en cuestión: Daños y riesgos

El San Pedro es uno de los ríos que posee las más limpias y cristalinas aguas de la zona. Lo cierto es que a pesar de ello, éste no parece ser un argumento de peso para detener un proyecto que, necesariamente, recuerda a lo que HidroAysén -grupo estratégico integrado por Endesa y Colbún S.A.- pretende hacer con los ríos Pascua y Baker en la 11ª región. Además de lo mencionado, éste sistema fluvial conserva una gran diversidad de peces: 15 especies de las cuales 13 son nativas y 2 introducidas. El río del cual se habla tiene además como características principales el poseer una gran diversidad de estructura fluvial, muchos hábitats, vegetación, etc.

Obviamente la concreción del proyecto pondría en peligro la existencia de estas características. Relacionado con lo antes mencionado, el Veterinario y Director del Instituto de Zoología de la UACh Roberto Schlatter, manifestó en un coloquio denominado “Proyecto Eléctrico Represa San Pedro”, llevado a cabo en la mencionada casa de estudios, que el EIA “adolece de información respecto de los impactos de la flora y la fauna”. O sea, no hay suficientes datos relacionados con los posibles daños que la central podría ocasionar.

Steffan Woelfl, académico del Instituto de Zoología, Facultad de Ciencia de la UACh, explica que “el impacto más grande es sobre los peces”. Afirma que estudió el EIA e hizo una evaluación de éste y concluyó que el impacto “depende de las especies” de las cuales se hable, “de las que emigran y de las que no emigran”, por lo tanto esto es variable. “Hice una evaluación del Estudio de Impacto Ambiental”, dice. El río es un sistema fluvial “muy nativo, con muchas especies endémicas” (propias y exclusivas del lugar), concluye.

Woelfl estima que “no se puede construir una represa en ese lugar tal cual está diseñada” porque “la calidad del agua es demasiada buena como para llevar a cabo este proyecto”. “La decisión debe ser de la sociedad” y no de otra entidad, en este caso de Colbún, explica Woelfl. Lo cierto es que según estimaciones hechas por Vladimir Riesco Bahamondes, profesor de Derecho Ambiental de la UACh, “habría pérdida del 35% de especies en el río”. Esta información Riesco la entregó en el antes mencionado coloquio.

Kaussel, en la exposición presentada en el foro llevado a cabo en Los Lagos, critica el hecho de que Colbún considere la zona en la que se busca construir la central como de “valor social bajo”. Colbún afirma esto argumentando que la accesibilidad es complicada. Para Kaussel este no es un argumento válido para dar tal calificación al lugar porque “nada asegura que en el futuro el acceso sea más fácil”. Por otro lado, el investigador critica el hecho de que no se haya integrado un geólogo en el EIA, esto en directa relación con los riesgos sísmicos.

Según palabras de Woelfl, éste tema pasa “por una falta de desarrollo” a nivel energético. Para él se hace necesario buscar instancias para conversar el tema. El país y la sociedad tienen que “discutir una estrategia energética y decidir prioridades”. Para poder dar sustento a su afirmación comenta que “en Aysén se están presentando proyectos y aún no saben como van a transportar esa energía” desde ahí al norte del país. Situación algo anecdótica y que sirve para graficar una vez más que en nuestro país algunas decisiones son tomadas de forma muy arbitraria y sin mucho razonamiento.

Movimientos ciudadanos

La ciudadanía se ha estado movilizando debido a la preocupación que provoca saber la envergadura y los impactos que, eventualmente, tendrá dicho proyecto. Entre las organizaciones movilizadas se encuentran “Los Jóvenes Tehuelches” (estudiantes universitarios pertenecientes a la región de Aisén, en Valdivia), el “Frente Ambientalista de Panguipulli”, el “Parlamento de Koz-Koz”, “Acción por los Cisnes”, “Coordinadora por la defensa de los ríos”, entre otras. Su objetivo es cambiar el destino del río San Pedro y las formas de lucha son diversas.

Por poner un ejemplo, “Los Jóvenes Tehuelches” reunieron firmas para poder lograr que el EIA sea analizado por la Corema de la región de Los Ríos, entidad que se implementará en cerca de 3 meses más, y no por la Corema de la región de Los Lagos, que es como ocurre en este momento. Manuel Ruiz, director de la filial Valdivia de la mencionada agrupación explica que se envió una carta a Puerto Montt manifestando la necesidad “de una real participación ciudadana”. Otros puntos explicitados en el documento es que “el EIA está incompleto en las medidas de mitigación” y pedir “el retiro del Sistema de Evaluación hasta que asuma la nueva Corema de la región de Los Ríos”. Estos documentos ya fueron entregados a la Intendencia de la región de Los Lagos.

Por su parte, Juan Moreira, integrante de la “Coordinadora por la Defensa de los Ríos”, desconfía de lo que ha manifestado Colbún respecto de considerar la opinión de la comunidad. “Eso es una mentira porque a Colbún no le interesa lo que la comunidad piense. Ellos están empecinados en generar la mayor cantidad de capital”, dice. A pesar de ello, confía en que las movilizaciones pueden ser importantes para poder lograr el objetivo. “La posición ciudadana va a marcar un precedente en este movimiento” ya que “hay harto apego desde la comunidad de Los Lagos, Panguipulli y Valdivia sobre los recursos naturales, porque la región de Los Ríos se caracteriza por tener un sello verde”, argumenta.

Moreira critica el EIA ya que, según plantea, “el proyecto está mal formulado” porque “éste adolece de competencias científicas y técnicas”. A partir de la crítica que Moreira hace al estudio -que es relativamente generalizada- , sería interesante preguntarse si, ¿en la eventualidad que éste se modifique y cumpla con ciertas exigencias mínimas, de forma que el impacto no sea tan grave, éste sería aprobado por la ciudadanía? Respecto de lo anterior Moreira es directo y dice que “el rechazo es total”.

El médico Pedro Cardyn, integrante del “Frente Ambiental de Panguipulli” (FAP), manifiesta abiertamente su rechazo al proyecto. Esto parte por “las necesidades de los grupos económicos de generar más dinero” y “es una carrera por destruir lo último que va quedando de vida en el planeta”, afirma. Considera que el Estado no entrega una real participación ciudadana. Por ello, “la gente ha usado otras formas de participación”. En este punto Cardyn se refiere a los ciudadanos que han frustrado las exposiciones del proyecto que Colbún ha hecho en Los lagos, Panguipulli y Valdivia.

Cardyn maneja algunos datos interesantes y comenta que en Chile “tenemos un 37% de eficiencia energética, derrochamos un 63%”. Con esto busca explicar que en nuestro país, si de verdad existe una crisis energética, no es por falta de ésta, sino por el mal uso que se le da a la que poseemos. Esto hecha por tierra el argumento de una crisis. Por otro lado, los sectores que más energía usan en el país son minería e industria, que entre ambos consumen el 61% de la energía que existe en nuestro país.

Para Cardyn hay una falta de participación e información en la ciudadanía. Para ello comenta una situación que se dio en Ralco hace unos años atrás. Respecto de la información, “una de las estrategias es adquirir, comprar o negociar medios de comunicación locales. En Ralco (Endesa) compró la radio Santa Bárbara y una de Los Ángeles” para poder hacer uso de ésta como se quisiera.

Cardyn dice que la comuna tiene otra visión de futuro, muy distinta a la de las empresas que buscan instalar sus represas en la zona. “Tenemos una apuesta que es propia, que es local: agricultura sustentable, biodiversidad, bosque nativo, aguas puras del sur del mundo, sitios históricos, acá hay más de 40 cementerios indígenas”, explica. Por otro lado, me habla de un documento, una “Declaración de Alerta Ambiental” que se ha concebido desde Panguipulli.

Éste, básicamente, rechaza a Colbún S.A., Endesa y SN Power. Estás dos últimas también tienen proyectado construir centrales en la zona. Plantea que Panguipulli sea declarado en estado de “Alerta Ambiental” por las organizaciones sociales y por el Concejo municipal. Como punto medular, plantea que haya un proceso tendiente a declarar a “Panguipulli Santuario de la Vida, de las Culturas, del Bosque Nativo, Reserva de Agua del Sur del Mundo, Territorio Sagrado, primera comuna en el mundo en Defensa del Planeta contra el Calentamiento Global, Comuna Libre de Megaproyectos”.

Comunidades Mapuches

Es imposible no recordar lo que ocurrió hace algunos años atrás en la 8ª región del Bío-Bío con el caso de Ralco y todo lo que aquel conflicto significó. El actuar capcioso de Endesa fue un factor determinante. Gran parte de las comunidades pehuenches que habitaban el Alto Bío-Bío fueron engañadas para que la mencionada empresa pudiera llevar a cabo la construcción de la “Central Hidroeléctrica Ralco”, inaugurada en forma oficial el 27 de septiembre del 2004. Por aquel entonces, el otrora Intendente de la región Martín Zilic -Ministro de Educación por algún periodo en la actual era Bachelett- espetaba en la prensa sin mayor delicadeza, que la construcción de la represa no se podía parar por 7 pehuenches. Además de las lamentables palabras de este señor, las promesas que la empresa hispana había hecho con las comunidades no fueron cumplidas.

Esto no es menor considerando que en nuestra historia hay un grupo humano que se ha visto afectado históricamente por la toma arbitraria de decisiones de parte de un Estado que no los reconoce o de grupos económicos que no entiende ni respeta su cultura: los pueblos originarios. Por ello es que las comunidades cercanas a las comunas de Los Lagos y Panguipulli rechazan la concreción de este pernicioso proyecto y de cualquiera que diga relación con represas o intervención de otro tipo. La experiencia dice bastante de cómo han actuado anteriormente las entidades gubernamentales y privadas como para no predecir lo que ocurrirá.

La comuna de Panguipulli es una zona en la que casi la mitad de habitantes es de origen mapuche. Beatriz Chocori Huenullanca, integrante del Parlamento de Koz-Koz explica que las comunidades mapuches rechazan la concreción de este tipo de proyectos. Se acordó en su momento que “el Parlamento de Koz-Koz iba a ser un ente que cautelara y frenara la instalación de megaproyectos de cualquier índole dentro del territorio mapuche, en este caso en Panguipulli”, explica. Chocori reconoce que a pesar que la mayoría está de acuerdo con el rechazo “hay algunas personas con buenas intenciones o mala información” que “están haciendo eco de un discurso que la misma empresa hace” acerca de la posibilidad existente, que gracias a la concreción del proyecto habría más trabajo y desarrollo. Insiste en que este grupo de personas “son minoría”.

El Parlamento de Koz-Koz, según explica Chocori es una “instancia de coordinación de las comunidades”, siempre respetando las distintas organizaciones que ya hay. Respecto del trabajo con otro tipo de movimientos sociales no mapuches, Chocori comenta que se está en contacto con muchas otras organizaciones. “Se está trabajando con el FAP y con algunos colectivos urbanos de Santiago”. En el fondo, “si hay vínculo con otras organizaciones” no mapuches, comenta.

Si se consideraran todos los proyectos que se desean hacer en la zona, relacionados con las represas, y lo llevamos a números de grupos humanos indígenas afectados, Chocori afirma que la cantidad de comunidades afectadas sería cercana a las 120. Cada comunidad “tiene 50 familias y otras más grandes tienen 80 o 90 familias”. La cantidad de personas de origen indígena que se vería afectada es bastante alto como se puede concluir. En todo caso, independiente de la cantidad de personas perjudicadas, basta con que una se sienta pasada a llevar para rechazar la concreción de estas centrales.

Sector turístico

Otros preocupados y desconfiados respecto del proyecto en cuestión son los empresarios turísticos de la zona. La construcción de la central hidroeléctrica pone en riesgo su fuente laboral. Y es que la importancia de estos sistemas fluviales no solo radica en el ecosistema que se pone en riesgo, sino que además entrega trabajo a una gran cantidad de personas. Dicho de otro modo, son sistemas importantísimos de desarrollo para las comunidades que habitan las cercanías del río. Por ello, las diversas empresas que trabajan en el río se han unido para rechazar todo proyecto que ponga en riesgo su fuente laboral.

Pueblitoexpediciones es una de las empresas afectadas. Para entregar información y rechazar el proyecto han puesto información en la red. En la página (www.ríosanpedro.cl) se puede encontrar información relacionada con el conflicto. Además existe una declaración de principios que argumenta de algún modo el por qué del rechazo. Y los argumentos son de bastante peso.
Éste escrito explica, por ejemplo, que la hidroeléctrica “no genera ningún impacto positivo para la región de los ríos, ya que solo trae 25 empleos y nosotros como operadores que actualmente trabajamos en el río generamos 90 empleos”. En otra parte del documento se puede leer “el agua dulce y limpia es un bien cada día mas escaso y debemos cuidarlo”, lo cual pone de manifiesto que el interés de estas personas por el río no solo dice relación con la obtención de dinero. Firman el documento el ya mencionado Pueblitoexpediciones, La Vaguada, Turismo Rucapillán, Río Bravo Turismo y aventura y el Comité ciudadano de defensa de nuestros ríos

Últimos acontecimientos

Colbún decidió finalmente retirar su EIA del sistema el pasado 13 de junio para poder hacer algunas mejoras a éste. Y es que las entidades gubernamentales rechazaron de forma enérgica el documento, puesto que adolece de información relevante para poder hacer un diagnóstico confiable de sus eventuales daños. A pesar de ello, la empresa ha anunciado que entregará un nuevo EIA con estudios complementarios, intentando corregir las falencias que el primero presenta. Esto es interpretado como un reconocimiento a la falta de seriedad de la empresa para hacer un estudio de estas características.

El Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) fue una de las entidades que manifestó su rechazo al proyecto debido a que el estudio entregado es poco riguroso. La Dirección General de Aguas (DGA) también rechaza el proyecto tal cual está concebido. Según se sabe, ésta habría hecho sobre 100 observaciones al Estudio de Impacto Ambiental entregado por Colbún. El Servicio de Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) tiene una respuesta que no se aleja mucho de lo manifestado por las dos entidades anteriormente mencionadas. Hacen falta estudios de tipo geológicos que abarquen los riesgos sísmicos que existen en la zona en cuestión. Seguramente, Colbún presentará un nuevo EIA en las primeras semanas de julio.